Este test tiene como propósito determinar o no la presencia de TEA en niños, niñas, jóvenes o adultos y, al mismo tiempo, identificar su grado de necesidades de apoyo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 1 de cada 100 niños y niñas en el mundo presenta una condición de Trastorno del Espectro Autista (TEA). Sin embargo, se cree que la incidencia puede ser aún mayor si se considera la dificultad a la hora de acceder a un diagnóstico adecuado y oportuno. Si bien no existe un examen médico para identificar la presencia de TEA, el ADOS-2 es actualmente el instrumento más validado por la comunidad científica para alcanzar este objetivo.
El TEA es una condición diversa del neurodesarrollo que se caracteriza por algún grado de dificultad en las interacciones sociales y la comunicación. Otro aspecto importante de este trastorno es la presencia de patrones atípicos del comportamiento. Por ejemplo, la dificultad para pasar de una actividad a otra, poner mucha atención a los detalles y reacciones poco habituales a las sensaciones.
En estos casos, existe un consenso en la importancia de contar con un diagnóstico oportuno a través de procesos de valoración integral del desarrollo. Para esto es necesario realizar una intervención multidisciplinaria en la que pueden participar neurólogos, psiquiatras, psicólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y/0 psicopedagogos. Estos profesionales tienen la misión de identificar distintos factores cognitivos, genéticos y conductuales, algunos de ellos a través de la evaluación ADOS-2.
Este es un test estandarizado y semiestructurado que busca identificar dificultades en la interacción social y el juego. Asimismo, reconoce conductas restrictivas y repetitivas en la persona analizada. Por lo tanto, esta prueba busca indagar en las dinámicas cotidianas en el plano escolar, laboral o doméstico de las personas atendidas.
En este sentido, la evaluación busca determinar la presencia del TEA y orientar el desarrollo del plan terapéutico de acuerdo a las necesidades detectadas. Para esto es fundamental, en el caso de niños y niñas, repetir su aplicación a través del tiempo para evaluar si los procesos terapéuticos han generado progresos.
En este contexto, lo ideal es que el TEA sea identificado durante la infancia, ya que así el niño/a y su familia puedan mejorar su bienestar y calidad de vida. Por esta razón, esta prueba cuenta con distintas actividades y módulos que se deben utilizar dependiendo de la edad del consultante y de su nivel del lenguaje.
En el caso de analizar a un niño, niña o adolescente, luego de llevar a cabo esta intervención, el profesional encargado puede recurrir al instrumento ADI-R, entrevista que se realiza a los padres o cuidadores. Esto con el propósito de obtener antecedentes de la historia del desarrollo para, de esta manera, llegar a un diagnóstico más certero.
Debido a la complejidad de su aplicación es necesario que los profesionales que trabajen con ella cuenten con una formación de calidad. En Adipa, a partir del 12 de octubre, se realizará el curso “Acreditación oficial clínica internacional: ADOS-2″.
Este programa de estudio será impartido por la PhD. Cynthia Martin, directora senior del Centro de Autismo en el Child Mental Institute. Por lo que, al aprobar este plan de estudio, se obtendrán dos certificaciones, una nacional de Adipa y otra internacional entregada por la institución estadounidense.
Les recordamos, a todos aquellos interesados en realizar esta capacitación, que el plan de estudio está dirigido a los profesionales del área biopsicosocial y educacional. Por ejemplo, psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, pediatras, neurólogos, fonoaudiólogos, kinesiólogos, educadores y psicopedagogos.
En Adipa seguiremos trabajando para mejorar la salud mental del mundo a través de la tecnología y la educación.
El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por un patrón general de grandiosidad (grandeza), necesidad de adulación y falta de empatía.
Existen distintos métodos y herramientas que resultan útiles para la obtención de información respecto a las aptitudes y habilidades de un postulante. La selección de personal, por lo tanto, tiene el objetivo de beneficiar a ambas partes de este proceso.
Este instrumento aporta valiosa información para el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista. Sin embargo, los resultados deben ser complementados con la visión de un equipo interdisciplinario.