07|07|2022
Seminario: La importancia del entorno social ante una develación de agresión sexual
Ts. Karen Pérez
La imagen corporal es el autoconcepto que forma nuestra mente desde la infancia. Una imagen alterada podría provocar pensamientos y conductas autodestructivas.
La imagen corporal es el autoconcepto que forma nuestra mente desde la infancia. Una imagen alterada podría provocar pensamientos y conductas autodestructivas.
La imagen corporal es el concepto que forma la mente sobre el propio cuerpo, en su totalidad o determinadas partes. Esta es la representación y conocimiento que tenemos de nosotros mismos, lo que nos lleva a vernos e imaginarnos de cierta manera.
ADIPA conversó con Ana María Gallardo, doctora en Psicoterapia y magíster en Psisología, quien es también docente en nuestra institución. Ella nos explicó los cuatro aspectos fundamentales que componen la imagen corporal:
La relación con nuestro cuerpo está influida por la imagen que tenemos en la mente. La cual se respalda, además, por múltiples factores (sociales, biológicos, históricos o individuales).
Una imagen corporal positiva sobre nosotros no siempre implica tener una relación positiva con el cuerpo, pero implica anteponer aspectos positivos sobre la crítica. Significa estar consiente de lo que somos capaces de hacer gracias a él y estar consientes de que, así como tenemos defectos, también virtudes.
Una imagen positiva es aquella con la cual nos sentimos cómodos, incluyendo nuestros pensamientos y juicios respecto a nosotros. Esto nos puede ayudar a llevar una salud mental y una relación con el cuerpo (física) saludable.
Por otro lado, si tenemos un concepto negativo, somos propensos a desarrollar algún problema de salud mental y una conducta autodestructiva. Las afecciones más comunes son las alteraciones con la alimentación y el deporte, el trastorno dismórfico corporal, entre otras.
La persona afectada podría llegar a no querer relacionar socialmente, compararse constantemente con otras personas, no tomarse fotografías, etc. Situaciones que causan ansiedad, depresión e incluso la ideación suicida.
Tanto para el autoconcepto positivo como para el negativo no es necesario que se cumpla alguna condición específica. El esquema corporal va ligado a la percepción mental de cada persona.
Según Gallardo, quien es Directora del Centro de Estudios y Atención Psicológica con Enfoque de Género y Cuerpo, no existe una relación lineal entre la imagen y el peso. “Existen cuerpos grandes con una buena relación con el cuerpo, como gente delgada que no la tiene”.
Entre los factores de los que depende la imagen corporal, la especialista destaca la presión cultural por determinado tipo de cuerpo; los mensajes aprendidos desde la infancia por nuestro entorno; estereotipos de tipos de cuerpo y las experiencias de violencia o abuso.
Si bien hay muchos factores no relacionados con el peso, las personas de cuerpos grandes están más expuestas a sufrir discriminación (como bullying) y abusos.
Las personas tenemos que dejar de basar autoestima en la imagen corporal y comenzar a valorar lo que nuestro cuerpo puede hacer y en la personalidad de cada uno. Este lenguaje podrá ayudar a que los cuidadores de niños y niñas infundan un autoconcepto positivo en cada uno de ellos.
Como adultos también debemos estar atentos a mostrar una imagen corporal positiva y cómoda frente a ellos. Si nos criticamos, ellos pueden internalizar esos discursos y los incorporarán a su relación con el cuerpo.
En ADIPA próximamente se impartirá el curso Abordaje Psicoterapéutico en la relación con el Cuerpo: Bases de la aceptación corporal, dirigido por la psicóloga Ana María Gallardo.
En este espacio se revisarán los estigmas de peso que existen en la salud y educación y cómo estos afectan a las personas. Además, se estudiarán movimientos sociales asociados a la aceptación corporal y las aproximaciones al trabajo focalizado en mejorar la autoimagen.
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