El diagnóstico no es lo mismo que la detección de problemas de aprendizaje, esta última acción nos puede indicar si el desarrollo de los niños y niñas esta siguiendo un proceso en relación a su edad y contexto.
La detección de problemas de aprendizaje puede ser una acción clave para ayudar al desarrollo de niños y niñas, puesto que este se puede estar viendo afectado por diversos factores.
El dibujo y la escritura son herramientas que utilizamos para mostrar nuestro mundo interior.
En niños y niñas, estas formas de comunicación son aún más relevantes, ya que es una forma de expresión de mensajes que muchas veces no son capaces de poner en palabras.
Los padres o cuidadores pueden analizar mensajes, como en qué posición se siente el niño dentro de la familia, quiénes son importantes para él, a qué le teme, etc. Sin embargo, un especialista puede interpretar la forma de un dibujo o escritura y así detectar problemas de aprendizaje.
Según el Doctor en Neurociencias de la conducta Omar Ortega, docente de Adipa, lo que se puede inferir a partir de dibujos o escritura es la madurez de aprendizaje y neurológica.
“Para poder escribir bien y dibujar bien necesito cierto grado de motricidad que está dado por la madurez neurológica […]. Algunos trastornos del aprendizaje afectan sobre estas áreas, ya que la mayoría tiene su origen en el sistema nervioso central”, explicó.
Respecto a la lectoescritura y el dibujo, los infantes tienen un proceso de evolución que hay que respetar. Generalmente, los niños comienzan a dibujar haciendo garabatos y a escribir solo letras que son capaces de reconocer.
En este sentido, los problemas de aprendizaje solo se pueden reconocer una vez que el niño tenga consolidado un proceso para aprender. Es por ello que la edad en que un niño puede ser sometido a estos análisis es un tema controversial.
Ortega, experto en rehabilitación de los trastornos de aprendizaje, recomienda que estas pruebas se practiquen en niños sobre los seis años, pues “tienen la madurez para iniciar la lectoescritura”.
Esto se contradice con el sistema de educación de algunas escuelas, donde les piden iniciar estas tareas desde antes.
“Es difícil pensar que antes -de los seis años-, si un niño escribe mal, tenga un trastorno de lectoescritura, porque todavía ni la ha adquirido bien”.
La detección de algún problema a partir de dibujos o escritura está acompañada de una serie de desafíos. Previamente, Ortega mencionó el de la edad en que las escuelas enseñan a escribir.
Además, es necesario que el terapeuta revise el historial clínico y práctico del infante, para que la interpretación del dibujo o escritura sea lógica con el contexto.
Después de la detección, el profesional puede comenzar el proceso de diagnóstico. En este aspecto, el experto dijo que es importante detectar algún trastorno de manera temprana.
Lo anterior, porque mientras más joven es diagnosticado y comienza la rehabilitación, más fácil será para el niño/a entender su ritmo de aprendizaje y alcanzar el ritmo regular de enseñanza.
Comúnmente, los trastornos que pueden ser detectados de forma temprana en los dibujos o escritura son emocionales.
No obstante, el profesional será capaz de analizar la atención, motricidad, percepción visual, manejo de espacio, problemas neuronales, entre otros.
El psicólogo clínico y doctor en neurociencias de la conducta, Omar Ortega, impartirá el curso Detección de Problemas de Aprendizaje en niños a través del dibujo y la escritura el día 2 y 3 de septiembre.
Este espacio está dirigido a técnicos, profesionales o estudiantes de la salud, educación u otros interesados en la temática.
En este curso se revisarán algunos de los trastornos del aprendizaje más comunes y cómo se reflejan en la escritura o dibujo de los infantes. Además, se revisará la base teórica desde la neuropsicología de estos trastornos y se entregarán herramientas prácticas para detectar problemas utilizando ejemplos reales.
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