Los “berrinches” o comportamientos abrumantes e intensos por parte de los niños y niñas, son desregulaciones o respuestas excesivas a estímulos.
Comúnmente creemos que solo son comportamientos molestos, pero en realidad son respuestas extremas a las que los niños y niñas recurren porque no saben cómo lidiar con ciertas emociones. Es muy común que los padres o cuidadores de un infante se acerquen a consulta psicológica por los mal llamados “berrinches” o “pataletas”. En el fondo, estos comportamientos abrumantes e intensos por parte de los niños y niñas son desregulaciones o respuestas excesivas a estímulos. Por lo que es importante acompañar y respetar estos momentos para ayudarlos.
Para explicar este tema, conversamos con nuestra nueva integrante del Team Adipa, Varinia Signorelli, psicóloga y magíster en psicología clínica y diplomada en método A.M.A.R para el trabajo con niños, adultos y familias. Creadora del blog Supermadre y de la cuenta de Instagram supermadreblog.
¿Cómo abordar las desregulaciones?
La psicóloga clínica explica que estos comportamientos los podemos ver cuando los niños se enojan, gritan, lloran -entre otras conductas- como respuesta a una emoción intensa. Estos ponen a los padres o cuidadores en una situación complicada, ya que no saben qué hacer.
La experta menciona que los cuidadores no saben cómo reaccionar debido a que existen muchas opiniones sobre lo que se debería hacer, tales como “dejarlos llorar”, “darles dulces”, no abrazarlos para no malcriarlos, etc. Sin embargo, es fundamental siempre tener en cuenta las necesidades del infante, así podemos evitar que tenga daños a futuro.
Desregulaciones sensoriales
Signorelli, diplomada en Apego y Mentalización: El apego a lo largo de ciclo vital, también destaca la desregulación distinta de la emocional, la sensorial. En este caso, el niño o niña percibe el mundo de forma distinta a nivel neuronal y tiene las mismas respuestas intensas antes mencionadas.
No identificar estas dificultades en el procesamiento sensorial podría llevarnos a tener ideas equivocadas, como que el niño“está manipulando”, “es mala persona” o “le estoy enseñando mal”. Por lo que, es importante reconocer por qué se comporta de esa manera y tratar esos comportamientos para beneficiar su bienestar y que tengan menos desregulaciones en el futuro
Ser un apoyo sin juzgar
Para los padres y cuidadores, es crucial entender que los niños y niñas tienen una conducta, pero esta es una respuesta a todo lo que está sucediendo en su mundo interior o a las situaciones externas que están viviendo, tal como le pasa a un adulto.
No es buena idea juzgar a una niña o niño solo por el comportamiento que tiene en un momento. En cambio, si miramos la totalidad de lo que le pasa, vamos a poder tomar una mejor decisión en cuanto a qué hacer. Sin juzgarlo, sino que apoyándolo.
“Lo más importante es comprender que cada niño hace lo que necesita hacer, y si lo hace de determinada manera es por algo”, explica la psicóloga.
Beneficios de entender las desregulaciones
Principalmente, los niños y niñas adquieren herramientas o estrategias que les ayudan a manejar estas situaciones poco saludables para ellos, lo que deriva en autoconfianza y seguridad en sus relaciones sociales. Además, porque sabrán que son comprendidos, se sentirán cómodos para ser ellos mismos y desarrollarán de mejor modo sus habilidades.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que las desregulaciones que no son tratadas correctamente derivan en próximos comportamientos con más intensidad, por lo que el atender estos casos también puede ser un alivio para cuidadores.
En palabras sencillas, dice Signorelli, si nadie ayuda al niño a calmarse cuando está enojado, se va a enojar cada vez más, lo que puede llevar a problemas externalizantes es decir, conductuales. La otra opción, es que si el niño no se enoja más, este se reprima, lo que podría traer problemas internalizantes, como depresión o ansiedad.
“Siempre el cómo me calman o cómo no me calman, va a traer una repercusión en mi vida adulta”.
Oportunidad de formación
Los dos primeros viernes y sábados de junio, ADIPA impartirá el curso “Berrinches” y desregulaciones sensoriales en la infancia, a cargo de la psicóloga Varinia Signorelli.
En este espacio se abordará el desarrollo evolutivo y necesidades infantiles; la relación del menor con el padre, madre o cuidador y los tipos de apego; definición y abordaje de los “berrinches” o desregulaciones; y por último, desregulaciones sensoriales, problemas de integración sensorial y cuándo debería consultarse a un profesional.
Este es el primer curso que está dirigido a padres, madres, cuidadores, educadores y personas interesadas. Porque en ADIPA creemos que cuidar la salud mental es tarea de todos y queremos contribuir al bienestar de los niños y niñas del país.
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