Qué pensamos, cómo sentimos, nos comportamos e interpretamos la realidad han sido problemas de estudio recurrentes en la psicología. Para definir la personalidad, el Test de Rorschach se ha convertido en la principal herramienta de diagnóstico clínico.
Para muchos puede sonar familiar el Test de Rorscharch, pero en general se desconoce cuál es realmente su utilidad para el proceso de psicoterapia.
En primer lugar, es importante tener en cuenta de que se trata de un modelo proyectivo que tiene por objetivo investigar y conocer nuestra mente.
Desde su creación (1921) hasta la actualidad ha ampliado sus usos en la psicología, abarcando tanto la clínica infantil, adolescente o de adultos. Llegando incluso hasta el ámbito forense, educacional y laboral-organizacional.
Lo importante, es tener claro que esta práctica lo que hace es analizar las interpretaciones que cada persona hace de las distintas manchas.
En ADIPA en diversas oportunidades se ha dictado el curso de actualización del Test de Rorscharch y próximamente se impartirá una nueva versión debido a los requerimientos de nuestros alumnos.
Para hablar de esto, conversamos con María José Correa, psicóloga clínica con magíster en psicoterapia constructivista interaccional. Abordamos los objetivos del programa y su diferenciación con las ediciones anteriores.
“Este curso ya viene forjándose hace más de un año y desde los mismos estudiantes surgió la necesidad de seguir profundizando la temática”, aclara Morales. Según nos explica la docente, lo que se hizo con anterioridad fue enseñar su aplicación, indicadores, tabulación e interpretación.
A raíz de la necesidad de afinar el conocimiento de este modelo, se ideó el curso Test de Rorschach. “El objetivo del curso que se viene es aterrizar la información, en relación a estructuras de la personalidad, trastornos psiquiátricos o indicadores de suicidio”.
Sin embargo, la docente recalca que para abordar mejor esta profundización se requiere una previa formación, en la que el profesional maneje aspectos como:
“En esta oportunidad van a ser 12 horas de curso, en una primera parte revisaremos una parte más teórica para recordar puntos esenciales del diagnóstico estructural de Otto Kernberg y vamos a repasar algunos trastornos desde la teoría”. María José Correa, además específica que en la segunda clase se trabajara en aplicación.
Cabe destacar que la psicóloga trabaja de la mano del Modelo Fenomenológico de Klopfer, el cual es más cualitativo, por ende, “las personas que lo vayan a tomar deben tener nociones de nomenclaturas”.
Las condiciones de aplicación del Test de Rorscharch (en todos los modelos) tanto cualitativo o cuantitativa, siempre es la clínica, específicamente fue creado para eso.
“Quienes necesiten elaborar un buen informe para un psiquiatra o para tomar decisiones sobre la psicoterapia, este test se presenta como una alternativa.”
Finalmente, “todos estos indicadores que fueron vistos por separado, en el curso que viene serán agrupados por estructuras y por trastornos, cuestión que será de mucha utilidad”.
El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por un patrón general de grandiosidad (grandeza), necesidad de adulación y falta de empatía.
Existen distintos métodos y herramientas que resultan útiles para la obtención de información respecto a las aptitudes y habilidades de un postulante. La selección de personal, por lo tanto, tiene el objetivo de beneficiar a ambas partes de este proceso.
Este instrumento aporta valiosa información para el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista. Sin embargo, los resultados deben ser complementados con la visión de un equipo interdisciplinario.