Hoy en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, te invitamos a conocer acciones de prevención y evitar la discriminación.
Según cifras de ONU Mujeres, a escala internacional, el 35% de las mujeres ha experimentado violencia física o sexual en algún momento de su vida. En el caso de Chile, las estadísticas dan cuenta de una por cada tres.
En tiempos de crisis sanitaria, estas cifras han ido en aumento debido a que muchas mujeres se han visto obligadas a pasar las cuarentenas con sus agresores. Ejemplo de lo anterior, es el incremento de más de un 70% de las llamadas hacia el Fono Ayuda del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género.
La violencia de género puede abarcar diferentes áreas, sin embargo, en términos generales se puede definir como la acción de actos dañinos dirigidos a una persona o grupo en razón de su género.
Es decir, son todas las acciones que afecten de forma negativa la identidad, sexualidad, libertad reproductiva, salud física y mental y el bienestar social de una persona.
La violencia contra la mujer atenta contra los derechos humanos, por eso se debe trabajar en su erradicación.
Para lo anterior, es fundamental fomentar la prevención en la primera infancia. Promover la empatía, no transmitir prejuicios, escuchar sus opiniones y no fomentar estereotipos de género son algunos aspectos clave.
Por eso, tener presente los siguientes aspectos durante la crianza, pueden contribuir positivamente:
El ejemplo que se da a las generaciones más jóvenes determina la manera en que esta piensa sobre el género, el respeto y los derechos humanos.
Las consecuencias de la violencia de género pueden resultar devastadoras para la regulación emocional de la persona que lo sufre. Un elevado número de víctimas de este tipo de violencia presentan síntomas como estrés y otras alteraciones clínicas (ansiedad, depresión, baja autoestima o sentimientos de culpa).
Ser víctima de violencia de género de alta o baja intensidad por periodos prolongados, produce daños biológicos como psicológicos, según lo señalan expertos.
La intervención terapéutica, tiene un valor transformador si se apoya en las necesidades de la paciente. Es importante realizar con ellas trabajo psicoeducativo, para que logren comprender los efectos del maltrato a nivel emocional y físico.
En consecuencia, es necesario ofrecer un adecuado clima de atención, el cual genere confianza en la víctima, por lo que se debe promover:
En síntesis, la psicología ha de promover el ACOMPAÑAMIENTO de las mujeres en la intervención como forma de erradicar la desigualdad.
El trastorno de personalidad narcisista se caracteriza por un patrón general de grandiosidad (grandeza), necesidad de adulación y falta de empatía.
Existen distintos métodos y herramientas que resultan útiles para la obtención de información respecto a las aptitudes y habilidades de un postulante. La selección de personal, por lo tanto, tiene el objetivo de beneficiar a ambas partes de este proceso.
Este instrumento aporta valiosa información para el diagnóstico de Trastorno del Espectro Autista. Sin embargo, los resultados deben ser complementados con la visión de un equipo interdisciplinario.